sábado, 6 de agosto de 2016
domingo, 31 de julio de 2016
Perspectivas
Compañera Cristina Fernández de Kirchner
Entrevistada por
Telesur, Sputnik, Reuters, Al Jazeera, Diario La Jornada y la Agencia Nodal
23 de julio de 2016
El Calafate - Santa Cruz - Argentina
Qué hacer
Compañera Cristina Fernández de Kirchner
Homenaje a Hugo Chávez Frias
28 de julio de 2016
Instituo Patria
Buenos Aires - Argentina
martes, 24 de mayo de 2016
Plusvalías
"Recursos Humanos"
Dir. Laurent Cantet
Francia/Reino Unido
1999
viernes, 15 de abril de 2016
Bienvuelta
Compañera Cristina Fernández de Kirchner
Bienvenida de amor
En las puertas de Comodoro Py
13 de abril de 2016
Buenos Aires - Argentina
domingo, 10 de abril de 2016
Acomodando cadáveres
¿Por qué los medios instalaron que a Alberto Nisman lo mataron y
Martín Blaquier se suicidó?
Hugo Alconada, operador periodístico de La Nación, dijo que
ellos tenían la información del informe Panamá Papers desde hace meses. Y contó
que se lo informó al presidente argentino, Mauricio Macri,
hace un par de días.
¿Es descabellado suponer que todos lo sabían desde el
principio? ¿Es descabellado pensar que Blaquier también lo sabía desde mucho
antes y que sabía que se iba a publicar y se suicidó? ¿O lo mataron?
Perfil del 21 de febrero pasado cubre el entierro de Blaquier desde el costado policial de la muerte. Y hace referencia a las multiples propiedades del empresario. La revista Caras del 23 de febrero, dos días después, lo muestra contado desde quienes asistieron al entierro. Las fotos que publica Perfil del entierro de Martin Blaquier no muestran entre los asistentes ni consternación ni pesadumbre ni congoja. De hecho se ve en una de ellas, a Mauricio Macri, Juliana Awada y al sacerdote que da el responso riendose tentados. Las fotos están más cerca de mostrar un casamiento al aire libre que el entierro dolido de despedida por una muerte violenta y subita.
¿Por qué los medios instalaron que a Nisman lo mataron y Martín Blaquier se suicidó?
La comunicación corporativa instala la construcción de sentido hegemónica. Por un lado promociona lo que los poderes hegemónicos están interesados en dar a conocer. Y por otro silencia aquello que esos mismos poderes deciden ocultar al conocimiento público.
Con la información que los medios le proporcionan a sus lectores pudo suceder cualquiera de todas estas posibilidades:
¿Por qué los medios eligen una sola de todas esas posibilidades y descartan de plano cualquiera de las restantes?
La muerte de Nisman y la posterior instalación mediática que afirma que no se suicidó sino que lo asesinaron fue una más de las tantas operaciones que integran los actuales procesos destituyentes en Suramérica, que comenzaron en 2005 cuando quedó clausurada la posibilidad de que Estados Unidos sostuviera al ALCA como política para el continente sur.
Esa operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner que tuvo y tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia.
Esa operación aún continúa. Como en un policial típico, los medios acomodaron el cuerpo de Nisman donde necesitaban ponerlo para mostrarlo como un crimen.
La muerte en términos similares de Martín Blaquier no hace otra cosa que poner en duda la verosimilitud de la operación destituyente. Y tal vez por eso los medios la muestran como un suicidio indubitable.
¿Por qué los medios instalaron que a Nisman lo mataron y Martín Blaquier se suicidó?
La comunicación corporativa instala la construcción de sentido hegemónica. Por un lado promociona lo que los poderes hegemónicos están interesados en dar a conocer. Y por otro silencia aquello que esos mismos poderes deciden ocultar al conocimiento público.
Así
los medios hegemónicos solo dan a conocer dos tipos de información: La
que ellos necesitan que el lector de medios conozca porque su difusión
los beneficia y la que descontextualizan para que no pueda armar el
rompecabezas donde una información encaja con otras que le otorgan
sentido lógico. Promocionan o silencian como parte de una misma construcción comunicacional.
Con la información que los medios le proporcionan a sus lectores pudo suceder cualquiera de todas estas posibilidades:
Que a Alberto Nisman lo hayan asesinado
y a Martín Blaquier también.
Que a Alberto Nisman lo hayan asesinado
y Martín Blaquier se haya suicidado.
Que Alberto Nisman se haya suicidado
y Martín Blaquier haya sido asesinado.
Que Alberto Nisman se haya suicidado
y Martín Blaquier también.
¿Por qué los medios eligen una sola de todas esas posibilidades y descartan de plano cualquiera de las restantes?
La muerte de Nisman y la posterior instalación mediática que afirma que no se suicidó sino que lo asesinaron fue una más de las tantas operaciones que integran los actuales procesos destituyentes en Suramérica, que comenzaron en 2005 cuando quedó clausurada la posibilidad de que Estados Unidos sostuviera al ALCA como política para el continente sur.
Esa operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner que tuvo y tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia.
Esa operación aún continúa. Como en un policial típico, los medios acomodaron el cuerpo de Nisman donde necesitaban ponerlo para mostrarlo como un crimen.
La muerte en términos similares de Martín Blaquier no hace otra cosa que poner en duda la verosimilitud de la operación destituyente. Y tal vez por eso los medios la muestran como un suicidio indubitable.
jueves, 24 de marzo de 2016
Trabajadores, despidos y luchas colectivas
"Los lunes al sol"
Dir:Fernando León de Aranoa
España-Italia- Francia
(2002)
viernes, 18 de marzo de 2016
Nisman y Blaquier, el enfoque de los medios
Dos hombres aparecen muertos. Según publican en los medios uno se suicidó y al otro lo mataron.
Uno aparece muerto de un tiro con un revólver adentro de del baño sin ventana en su piso de Puerto Madero. El otro aparece muerto de un disparo de escopeta adentro de la habitación de un hotel 5 estrellas en Pilar. A los dos los encuentran horas después.
¿Cuál de los dos se suicidó y cuál fue asesinado?
Alberto Nisman apareció muerto en el baño de su domicilio el 18 de enero de 2015. Era fiscal de la causa AMIA.
Martín
Blaquier apareció muerto en una habitación del hotel Sheraton Pilar el
19 de febrero de 2016. Era sobrino del dueño del Ingenio Ledesma, el
millonario número 15 de la lista de ricos argentinos de la revista
Forbes.
Según los medios hegemónicos a Nisman lo mataron. Según esos mismos medios, Blaquier se suicidó.
La muerte de Martín Blaquier confronta la construcción hegemónica de la muerte de Nisman como un crimen. Por eso los medios la silencian.
¿Y por qué confronta la construcción hegemónica de la muerte de Nisman como un crimen?
Porque si nos mostraran ambos casos sin las referencias propias de un hecho noticioso, sin el anclaje de los nombre propios, ni las direcciones, ni nada, nos resultaría muy difícil determinar cuál caso es el de Nisman y cuál el de Blaquier.
Nisman es presentado por los medios desde días antes de su muerte como una persona en riesgo. Blaquier no aparece, previamente, en los medios pese a que los avisos fúnebres despidiéndolo en el diario La Nación suman 150 solo contando el día en el que se publica la noticia de su muerte.
********
La tapa Clarín del día en el que aparece muerto Alberto Nisman
La tapa de Clarín el día en el que aparece muerto Martín Blaquier.
La noticia no está la en tapa
La noticia no está la en tapa
La tapa de La Nación el día en el que aparece muerto Alberto Nisman
La tapa de La Nación el día en el que aparece muerto Martín Blaquier.
La noticia no está la en tapa
La noticia no está la en tapa
La muerte de Martín Blaquier confronta la construcción hegemónica de la muerte de Nisman como un crimen. Por eso los medios la silencian.
¿Y por qué confronta la construcción hegemónica de la muerte de Nisman como un crimen?
Porque si nos mostraran ambos casos sin las referencias propias de un hecho noticioso, sin el anclaje de los nombre propios, ni las direcciones, ni nada, nos resultaría muy difícil determinar cuál caso es el de Nisman y cuál el de Blaquier.
Nisman es presentado por los medios desde días antes de su muerte como una persona en riesgo. Blaquier no aparece, previamente, en los medios pese a que los avisos fúnebres despidiéndolo en el diario La Nación suman 150 solo contando el día en el que se publica la noticia de su muerte.
Nisman
aparece muerto en un baño con el cuerpo apoyado contra la puerta.
Blaquier en una habitación. Nisman no llama a nadie pero los medios se
preguntan con quien habló. Un pariente de Blaquier aparece por el hotel
preguntando por él porque dice que le mandó un mensaje. Nadie se
pregunta por ese pariente. De Nisman se preguntan quien le dio el arma.
De Blaquier nadie se pregunta de quien era la escopeta. De Nisman
generan sospechas sobre por qué nadie encargado de su
seguridad fue a ver que le pasaba. De Blaquier nadie se pregunta por
qué nadie escuchó nada. Las noticias sobre Nisman aparecen hasta estos
días. Sobre Blaquier no salió ninguna noticia más.
¿Por qué?
¿Por qué?
La muerte de Alberto Nisman y la posterior instalación mediática que afirma que no se suicidó sino que lo asesinaron fue una más de las tantas operaciones que integran los
actuales procesos destituyentes en Suramérica, que comenzaron en 2005 cuando
quedó clausurada la posibilidad de que Estados Unidos sostuviera al
ALCA como política para el continente sur.
Esa operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner que tuvo y tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia.
Nada indica en un primero momento que existan diferencias entre las muertes de Martín Blaquier y Alberto Nisman. Sin embargo, la muerte de Martín Blaquier aparece en Policiales y la muerte de Alberto Nisman aparece en Política. ¿Por qué?
La función de las secciones en los medios es ordenar la lógica de la mirada de los lectores.
Así: una noticia sobre un presidente aparecerá en Política, una sobre la instalación de una industria en Economía, el resultado de un partido de fútbol en Deportes, la entrega de los premios Oscar en Espectáculos, una nueva forma de relación entre personas en Sociedad y una muerte violenta de causa desconocida en Policiales.
Publicar una muerte (de la que en principio se desconocen las causas) en Política en lugar de publicarla en policiales permite instalar la idea de mano oscura que mata. Y permite que los editorialistas del medio estructuren sentido montados en un hecho habitualmente policial. Por el contrario, ubicar una muerte (de la que en principio se desconocen las causas) en Policiales permite instalarla en el marco de una discusión forense y restringir sus implicancias.
Matar la información o fabricar un zombie. De eso se trata.
Esa operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner que tuvo y tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia.
Nada indica en un primero momento que existan diferencias entre las muertes de Martín Blaquier y Alberto Nisman. Sin embargo, la muerte de Martín Blaquier aparece en Policiales y la muerte de Alberto Nisman aparece en Política. ¿Por qué?
Según la búsqueda en google, La Nación pone las noticias de Alberto Nisman en Política.
Según la búsqueda en google, La Nación pone las noticias de Martín Blaquier en Sociedad
La función de las secciones en los medios es ordenar la lógica de la mirada de los lectores.
Así: una noticia sobre un presidente aparecerá en Política, una sobre la instalación de una industria en Economía, el resultado de un partido de fútbol en Deportes, la entrega de los premios Oscar en Espectáculos, una nueva forma de relación entre personas en Sociedad y una muerte violenta de causa desconocida en Policiales.
Publicar una muerte (de la que en principio se desconocen las causas) en Política en lugar de publicarla en policiales permite instalar la idea de mano oscura que mata. Y permite que los editorialistas del medio estructuren sentido montados en un hecho habitualmente policial. Por el contrario, ubicar una muerte (de la que en principio se desconocen las causas) en Policiales permite instalarla en el marco de una discusión forense y restringir sus implicancias.
Matar la información o fabricar un zombie. De eso se trata.
domingo, 31 de enero de 2016
Letra chica
-I-
En los contratos, la letra
chica es la parte real de las promesas que hacen las empresas.
Contiene solo la parte que
las empresas cumplirán.
Allí figuran las
especificaciones técnicas que el texto principal no muestra. Las
cantidades de un producto que integran la promoción del aviso. Los locales
donde se puede adquirir. Las formas de pago con las que se los puede comprar.
Los intereses que se cobran de acuerdo a las cuotas que el comprador elige. El
tiempo que dura la promoción.
En la letra chica también
puede leerse la visión que la empresa tiene sobre el pasado, el presente y el
futuro de una ciudad, de un país, de un continente, de un mundo. Su cuadro de
situación. La proyección sobre la que trabajan las empresas. Su mapa de
recaudos.
-II-
El banco Santander pone en
oferta, después de que el actual gobierno nacional
anunciase la liberación del precio del dólar, un plazo fijo en dólares. Cuando el Santander lanza la
oferta para abrir plazos fijos dice que es válida entre el 15 de diciembre de
2015 y el 15 de enero de 2016. En la letra chica también hace la cuenta: dice
que si uno deposita 10.000 dólares, un mes después ellos pagarán 10.115
dólares. Y aclara que el Santander de Argentina responde con los fondos
propios. Que no existe relación alguna de solidaridad financiera de parte de
ningún otro Santander del mundo. Que el Santander argentino es de Argentina.
Eso ya ocurrió antes. En diciembre
de 2001 gobernaba el país Fernando de la Rúa. Y su ministro de economía era
Domingo Felipe Cavallo. Ellos dos decretaron el corralito bancario. Ese
corralito impedía a los ahorristas que habían depositado dólares en los bancos
retirar ni los dólares ni los intereses. Por entonces todos los bancos con
delegaciones en Argentina comenzaron a aclarar en sus letras chicas que las
sedes argentinas respondían a las leyes argentinas y que no existía ninguna
relación financiera entre los bancos en Argentina y sus casas centrales en sus
países de origen. Ese corralito derivó en cacerolazos y Fernando de la Rúa dejó
el gobierno huyendo en helicóptero no sin antes dejar por lo menos 30 muertes a
raíz de la represión de las movilizaciones en repudio a su gobierno.
-III-
Hace dos meses, el shopping Galerías
Pacífico anunció con las ventas navideñas a la vista que por operaciones de
determinado monto, los comercios adheridos de ese centro comercial favorecerían
a los compradores con la entrega de unos tickets denominados Pacíficos. Lo hizo
tras la liberación del precio del dólar y la devaluación de los salarios de
mediados de diciembre pasado. Esos tickets harían las veces de cuasimoneda con
la que los consumidores que los tuviesen en su poder podrían comprar más
productos en los comercios adheridos de las Galerías Pacífico. Tiempo antes, la
cadena de comidas rápidas Mc Donalds ofrecía a los mismos fines los Mc Pesos.
Eso también ocurrió antes. En 2001 y
2002 en Argentina las políticas económicas aplicadas contra los trabajadores
hicieron posible que ante la permanente devaluación de los salarios y el
aumento de los precios de los productos, casi nadie contase con moneda oficial
en sus bolsillos. Así fue como prácticamente cada provincia emitió sus propios
bonos con forma de billetes para pagar salarios y para que los trabajadores los
utilizaran en los comercios como virtual moneda corriente. En la provincia de
Buenos Aires se popularizaron los Patacones. En Córdoba circulaban los Lecor. Y
cada provincia tuvo su propia versión de cuasimoneda.
-IV-
Cuando los distintos
comercios avisan en las letras chicas de sus anuncios que las tarjetas
bloqueadas o inhabilitadas no son válidas para participar de ninguna promoción
están poniendo sobre aviso a los compradores de una condición que no debiera
ser necesario aclarar. Aclarar que una tarjeta inválida no sirve como forma de
pago es como aclarar que no se recibirá plata falsa o dinero ilegal o moneda
fuera de circulación. Entonces ¿por qué la aclaración? La puntualización sobre
la invalidez de las tarjetas bloqueadas o inhabilitadas es la aceptación tácita
de que los comercios esperan encontrarse con un sinnúmero de compradores que
intentarán utilizar tarjetas bloqueadas por los bancos emisores.
-V-
En los últimos días volvió
a los folletos de ofertas de las grandes cadenas de supermercados algo que
había desaparecido de las promociones con el cambio de gobierno nacional: el
precio anterior como referencia para marcar un beneficio económico.
Con la devaluación del
valor de los salarios, el aumento del precio del dólar oficial y los aumentos
de precios provocados por el gobierno de Mauricio Macri, las promociones en los
supermercados empezaron a ofertar dos productos al precio de uno, la segunda o
la tercera unidad de un producto al 20 o al 30 por ciento del precio de la
primera unidad. Pero, las ofertas dejaron de mostrar el precio anterior de los
productos.
Mostrar el precio anterior
a un valor más barato que el precio de la oferta en cuestión perdía toda razón
de ser. El precio anterior del producto era más barato que el precio que se
ofrecía como oferta. Un despropósito absoluto. No hacía otra cosa que poner
blanco sobre negro la evidente remarcación de precios por parte de los
supermercados.
El regreso del precio
anterior a las promociones y las góndolas de los supermercados pone en
evidencia dos construcciones contrapuestas: por un lado, el continuo aumento de
los precios y, por otro, y al mismo tiempo, la caída de las ventas.
Ponen un porcentaje de
descuento en el precio de los productos porque no pueden bajar el valor que le
adjudican. Eso sería reconocer que no existe una cadena de valor razonable que
justifique el precio actual. Y es ese porcentaje de descuento el que pone
luz sobre el costado más oscuro: Los supermercados nunca pierden. Por eso la
pregunta que surge de esa evidencia es ¿dónde está el piso de su ganancia?
El
porcentaje que patentiza el descuento no es otra cosa que un porcentaje de la
ganancia de los supermercados. Poner un 30% de descuento en el precio de un
producto lo que está diciendo es: con el precio de lista del producto ganábamos
dinero. Con el precio de lista menos el 30% también. Entonces ¿cuánto más
pueden seguir bajando?
Por años la economía
ortodoxa sostuvo que los productos de consumo masivo podían ser aumentados
sistemáticamente porque de todas maneras los consumidores los seguirían
comprando ya que recortarían sus gastos en otros rubros para poder seguir
adquiriendo las de uso cotidiano. Lo sigue sosteniendo hoy mismo. Sin embargo, esa
mirada no tiene en cuenta una modificación en los hábitos de los consumidores.
El
programa de Precios Cuidados instalado en los comercios por el gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner aportó la herramientas necesarias para poner en
claro que los aumentos de precios de la mayoría de los productos de la canasta
familiar no tienen relación alguna con los costos y los márgenes razonables de
ganancia que los productos debieran tener en el curso de un proceso económico
racional.
Las empresa usan los avisos para agrandar las virtudes de los productos que ponen a la venta. Nosotros ponemos la lupa y la memoria para ver la letra chica y decidir si los compramos.
domingo, 24 de enero de 2016
La construcción de la propiedad de los medios (el caso de Tiempo Argentino)
El primer diario Tiempo Argentino nace de una apropiación.
En 1982 lo funda Raúl Burzaco (el padre de
Alejandro y Eugenio) comprándole al Estado argentino las máquinas offset y la
última redacción del diario La Opinión que la dictadura le robó a Jacobo
Timerman.
El 15 abril de 1977, cuando Jacobo Timerman es
detenido ilegalmente por el Ramón Camps, La Opinión es intervenida.
Queda en manos de un brigadier: Teófilo Goyret, y en 1980, tres años después el diario
cierra. Entonces, la CONAREPA (Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial) se queda con las máquinas y el edificio de La Opinión.
Dos años después, en vísperas de la guerra de
Malvinas, es cuando aparece en escena Raúl Burzaco para quedarse con todo. Tal era su
coincidencia con la dictadura militar que al diario le pone Tiempo Argentino y
a la editorial 2 de Abril.
En los comienzos del gobierno de Raúl Alfonsín, Burzaco
vende Tiempo Argentino a los hermanos Cetrá, propietarios de Radio Rivadavia de
Capital Federal. Los Cetrá compran el diario para Enrique Nosiglia. Por
entonces, la Coordinadora radical buscaba un medio de comunicación. Y Tiempo Argentino les venía
como anillo al dedo. Pero el diario no consigue enamorar a los lectores. Las
ventas caen. Los trabajadores de prensa empiezan a tener problemas para cobrar
por su trabajo. Tiempo Argentino es vaciado y cierra.
Ahí aparece, una vez más, Raúl Burzaco. Vuelve a
comprar las mismas máquinas de La Opinión y Tiempo Argentino. Esta vez para editar
El Cronista para la familia Eurnekian. De esa segunda compra surgiría lo que
luego se conoce como el Grupo América: El Cronista, Radio América y
Cablevisión. Ese armado mediático le permitiría a los Eurnekian hacer olvidar
las deudas de la textil Puma en manos de la familia. Corrían los finales de la década del
80. Burzaco mudó la redacción de El Cronista y los estudios de Radio América del
centro porteño al barrio de Palermo. El diario, la radio y la empresa de cable
pasan a funcionar en el mismo edificio que la textil. El sistema multimedial
panóptico como se conoce en la actualidad acababa de nacer.
Décadas más tarde, Sergio Szpolski compra la
marca Tiempo Argentino para volver a editar un diario. El primer número sale el 10 de mayo de 2010. También compra Radio
América. Tiene muy claro que nada mejor que un multimedios para sembrar olvido
y hacer negocios. Ya nadie parece recordarlo como el vaciador del Banco
Patricios, que había cerrado sus puertas en marzo del 98, y del diario universitario de distribución gratuita La U, en 2005.
Experto comprador de medios en dificultades, Sergio
Szpolski ya había comprado años antes la revista Veintitrés. Precisamente, el
grupo Szpolski es conocido como Grupo 23 porque el medio que lo inició
fue esa revista.
Con varios meses impagos de sueldos y sin avisos
publicitarios significativos, Sergio Szpolski pone en venta Tiempo Argentino,
radio América e Infonews.
Aparece como comprador M de Luxe, una empresa
dedicada a la organización de recitales y eventos. Uno de sus propietarios,
Mariano Martínez, tiene un proceso desde 2003 por librar cheques sin fondos por 10 millones de pesos.
Por lo que se puede ver, la saga continuará.
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